La Criminología Que Viene
El crimen en las mujeres
Esta
criminología se entiende que es una expresión que evoca la necesidad de
reflexionar sobre el futuro de esta disciplina en un mundo en constante
transformación, donde este concepto invita a imaginar cómo debe evolucionar la
criminología para responder a los desafíos emergentes del siglo XXI y
mantenerse relevante frente a los cambios sociales, tecnológicos, económicos y
ambientales que moldean las dinámicas delictivas y los sistemas de control social,
en este término no solo implica anticipar nuevas tendencias delictivas, sino
también repensar los enfoques teóricos, metodológicos y prácticos para abordar
los problemas relacionados con el crimen, la justicia y la seguridad en una
sociedad globalizada y digitalizada, indica Zúñiga, (2019) “Se encuentran
aquellos estudios que se centran en factores de riesgos y necesidades
específicamente asociados a la mujer, desarrollando instrumentos para una
evaluación diferencial de la mujer adulta criminal” (pg.48). Esto hace referencia
a un enfoque diferencial en la criminología, la cual debe buscar como
conorender las particularidades de la criminalidad femenina, en donde se desarrollan
estudios y herramientas especificas para poder evaluar los factores de riesgo y
las necesidades únicas que influyen en la vida de las mujeres involucradas en
actividades delictivas. Este enfoque surge como una respuesta a la falta de
atención histórica hacia la mujer en la criminología tradicional, que tendió a
basarse principalmente en el análisis de la criminalidad masculina, en la
actualidad la criminología no solo se desarrolla por parte del hombre, muchos
factores de riesgos asociados a la mujer como la violencia de genero y el abuso
a desarrollado que actúen con criminalidad ya que han sido víctimas de violencia
domestica abuso sexual o incluso explotación, lo cual esto puede influir en sus
trayectorias delictivas.
La mayoría
de las mujeres en conflicto con la ley suelen
enfrentar mayores tasas de depresión, ansiedad y trastorno de estrés
postraumático, muchas veces relacionadas con experiencias de trauma, o bien por el abuso de sustancias es un factor común en
la criminalidad femenina, a menudo vinculado a contextos de marginalidad o
violencia, “Se consideraron factores
críticos de rutas hacia el crimen en mujeres, tales como el maltrato infantil, abuso
sexual, caos familiar, pobreza, fracaso escolar y abuso de sustancias”. (Zúñiga,
2019. pg.49) Por lo cual las mujeres requieren intervenciones que aborden
problemas de trauma, roles de género y relaciones familiares, e inclusive enfrentan
barreras estructurales como el desempleo y la falta de acceso a servicios
sociales, lo que perpetúa ciclos de vulnerabilidad y criminalidad, una de las
maneras de prevenir estos delitos a futuro es lograr identificar las razones
sociales, económicas y personales que llevan a las mujeres al delito, en lugar
de aplicar evaluaciones diseñadas originalmente para hombres, también ofrecer
programas de tratamiento y rehabilitación adaptados a las necesidades
específicas de las mujeres, y considerar
medidas alternativas al encarcelamiento que reconozcan las responsabilidades
familiares y las condiciones sociales que enfrentan las mujeres, ya que la exposición al abuso físico o emocional en la
infancia puede llevar a problemas de autoestima, dificultades para establecer
relaciones sanas y mayor vulnerabilidad a conductas de riesgo, por lo que estas
experiencias pueden generar patrones de comportamiento asociados con la
criminalidad, como la agresión, la desconfianza hacia las instituciones y la
búsqueda de protección en entornos delictivos, así mismo la pobreza es uno de los factores estructurales
más influyentes en la criminalidad femenina, especialmente en delitos relacionados
con la economía informal, como el hurto, la venta de drogas o el trabajo sexual,
Las mujeres que enfrentan pobreza extrema suelen asumir
roles de sustento familiar, llevándolas a involucrarse en actividades
delictivas como una forma de sobrevivencia.
Los
factores críticos como el maltrato infantil, el abuso sexual, la pobreza y el
abuso de sustancias muestran cómo las rutas hacia el crimen en mujeres están
profundamente influenciadas por contextos de vulnerabilidad y desigualdad
estructural. Reconocer estas dinámicas permite a la criminología y a los
sistemas de justicia diseñar intervenciones más humanas, preventivas y
efectivas que aborden las raíces del problema en lugar de solo sus
consecuencias.
Referencias
Zúñiga, P. (2019).
Rutas de ingreso al crimen y género: diferencias entre hombres y mujeres
delincuentes. Documento PDF. Recuerdo de: https://aprende.uned.ac.cr/pluginfile.php/1188650/mod_folder/content/0/La%20Criminologia%20Que%20Viene.pdf?forcedownload=1
Oliveira, D. (2020). Criminalidad y mujeres: los estereotipos de genero en el entorno penitenciario. Imagen 3. Recuperado de: https://media.realinstitutoelcano.org/wp-content/uploads/2021/11/denis-oliveira-e0eyd9y43gc-unsplash.jpg
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